+ Creo en las mariposas. En el cosquilleo. En el puñetazo en el
estómago. En un impulso inexplicable. . En
un motivo para vivir. En una fuerza gravitatoria. En ese mareo. En ese
vértigo. En ese hormigueo. Creo en las reacciones químicas y en las
funciones vitales. En los flechazos. En lo incontrolable, lo
inexplicable, lo indefinible, lo incomprensible, lo eterno, lo fugaz, lo
instantáneo. Creo en algo que se sabe, que se cree, que se siente. Creo
en el dolor, en el cariño, en el apego. Creo en la afición, en el
arrebato, en los suspiros, en el delirio, en el frenesí, en el deseo y el capricho. Creo en la ambición, en el ansia. Creo en la
timidez, en la vergüenza, y el rubor del desnudo. Creo en la lujuria, y en la pasión. Creo en
las horas perdidas, en las mordeduras, los herpes, las heridas en los
labios. En ese no poder parar. En el temblor, en la exaltación, en la explosión...
También creo en la bajada de tensión y en la gastritis.
¿Y tú?
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