Durante la adolescencia abusamos de lo imposible, del nunca, del siempre, del fracaso, del éxito y de lo eterno. Y es que cuando somos jóvenes es cuando se vive intensamente. Cuando un día puedes contra todo y nada te parece imposible, y otro puede que dudes de hasta tu nombre. Es cuando crees que el siempre existe y el nunca también. Es cuando más errores cometes pero cuando más aprendes. Puede que nos pasemos de superficiales, pero al menos nosotros sabemos lo que es vivir, sabemos coger un momento y hacerlo inolvidable, sabemos vivir nuestra vida como si cada instante fuera el último pero al mismo tiempo fuéramos a vivir para siempre. Porque por mucho que digan, hacerse adulto solo sirve para aparentar, para hacernos más cobardes y para querer complicarlo todo.La vida es solo para ser feliz, que solo hay una que aun por encima se nos hace corta a todos. Que hay que vivir, disfrutar, cambiar lo que no nos gusta por lo que si sin reparar en apariencias, sin complicarse, sin temer al cambio. Porque dicen que de esta vida no nos llevamos nada cuando morimos, pero no quiero pasar mis últimos momentos arrepintiéndome de mis decisiones ni de como he vivido mi vida.

30 de diciembre de 2011

Pequeño



Porque te quiero, de verdad, sin contratos, sin papeles, sin interés, y con todas las consecuencias que conlleva hacerlo...

16 de diciembre de 2011

Soy esa clase de personas que no se rinde fácilmente

Pero que a la mínima se le echa el mundo encima, y es que no dejo de ser una puta exagerada, que se ahoga en un vaso de agua casi vacío… Soy de esas que no piensan lo que dicen, y se arrepiente justo después de hablar. Soy alguien fácil de convencer, y difícil de enamorar. Soy de esas personas que dicen “yo me entiendo”, pero en realidad no se entienden ni a ellas mismas. Alguien capaz de dejarse llevar sin medir las consecuencias. Que confía ascendiendo 3 metros sobre el cielo, para luego llevarse la gran ostia, pero sobre todo soy ese tipo de persona que vuelve a levantarse, y que sin querer, sonríe para parecer mucho más fuerte. Reconozco que soy la persona más cabezona y probablemente caprichosa del planeta. Miento bastantes veces, mentiras piadosas, eso sí. Que soy el ser mas imperfecto y reconozco todos y cada uno de esos defectos. Que llevo el móvil en el bolsillo aunque sea cancerígeno y que primero actúo y luego pienso. 

Me gusta saltarme las normas.

Hacer lo contrario de lo que me aconsejan,tirarme de cabeza,acelerar a fondo; lo lógico me aburre, lo perfecto me agobia,las ataduras me oprimen y lo rutinario me cansa. Y el puede ser cualquier cosa menos perfecto,porque el riesgo está siempre asegurado,porque es impredecible,diferente y sobretodo porque siempre consigues sacarme una sonrisa.

10 de diciembre de 2011

...

"La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos."

Que te quiero mucho !! :)

¿Amistad? algo difícil de definir, es demasiado bonita . Pero bonita me refiero a la amistad de verdad, no a la amistad de esa que hablan algunos sin ni si quiera conocerla, yo hablo de lo que sé, yo la conozco y por eso me puedo tomar la libertad de hablar de ella, ¿qué para mí qué es? pues son momentos imperfectos, sí, porque si fueran perfectos darían asco, la perfección no me gusta, es demasiado... ¿perfecta? . Y de eso se trata de hacer cosas ilógicas, de reírse de cosas aunque no tengan gracia. Y también, de llorar a más no poder, hablar con esa persona con la que compartes todos tus miedos, tus tristezas, tus deseos imposibles, de eso que quieres y no consigues, de tus problemas, de los baches que van sucediendo en tu vida,de tus locuras, de tus alegrías, de tus ilusiones.. y por supuesto de las suyas. Ella me ha enseñado muchas cosas de la vida,me ha enseñado mucho. Estar encantada de escuchar a esa persona para ayudarla, porque es tu amiga y la quieres... porque la comprendo y ella lo sabe,sabe que siempre comparto su opinión,al igual que ella la mía. Y notas una gran complicidad,un enorme cariño. Y me encanta que cuente conmigo para lo que sea,a cualquier hora.. Ella solo llama al timbre,espera a escuchar un "no quiero alfombras" y me tiene abajo con la mejor de mis sonrisas para ella.Y eso es la amistad, estar día tras día sufriendo en conjunto, o estar día tras día riendo, pero siempre, junto a ti.. Yo si he aprendido lo que es la amistad, gracias por enseñármelo.

Solo ella... :)



Te acepta errores y equivocaciones por más que te haya aconsejado lo contrario, sin reprochártelo. Es la de las charlas sin fin, y silencios inexistentes. Es a la que queremos que en un futuro, nuestros hijos llamen tía.

7 de diciembre de 2011

Fantasma ♥

Que soñar no es de locos; Que,de hecho,la única locura imperdonable es no hacerlo :) 

5 de diciembre de 2011

##

En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que nos venga encima, que pudimos con lo de ayer y que podremos también con lo de mañana. Pero más en el fondo, todos sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura antirrobo, ni en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo. En asimilar el dolor y en digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con el tiempo. Pero como por naturaleza solemos ser impacientes y no nos gusta esperar, escogemos el camino corto. Escogemos el camino de disfrazarnos de algo que no somos y disimular. Sobretodo DISIMULAR... Sí, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentro. Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela...
Pero a veces, bueno… a veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Está bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar y echar de menos. A los que ya no están, y a los que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y llorar. Llorar todo lo que haga falta. Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.

.

Soy de las que piensan que lo que tenga que ocurrir ocurrirá y lo que no, no se dará. No soy de forzar las cosas, pero tampoco soy de esperar. Soy de las que viven rápido para no pensar. Soy de las que actuan y luego piensan, de las que aparentemente les dá un poco todo igual. De las que se contradicen. De las que no tienen nada demasiado claro. Aunque firme a sus decisiones. Pienso que el destino es algo relativo y nada que se pueda controlar. Soy de las que dicen núnca más y siempre vuelven. De las que lo intentan y lo acaban consiguiendo. Siempre procuro ir más allá del intento. Soy de las fuertes, bastante más de lo que aparento, bastante más de lo que en verdad pienso. Pienso que hoy estamos aquí, mañana allí, la vida puede dar giros de hasta 360º. Creo que hasta lo mas insospechado puede ocurrir. De las que no planean nada, de las que intentan que todo surga según el momento.

2 de diciembre de 2011

El último mes...

Llega diciembre, el frío que congela las manos y la nariz, y el calor de la Navidad que deshiela los corazones más fríos. El último mes del año que dará comienzo a uno nuevo. En el que hemos de hacer el balance de nuestros actos, recapacitar y cambiar cada año a mejor. Llega el mes que tiñe de blanco muchos paisajes y que nos hace brotar una gran sonrisa. Acaba el colegio, bienvenidas sean las vacaciones y el descanso que merecemos. Nochebuena, familia, amor, sonrisas, abrazos, reencuentro, corazón. Esas son las palabras que definen el diciembre. Más allá del frío del invierno, de las temperaturas bajo cero diarias que tenemos, el termómetro interior se calienta, derrite los corazones más fríos y ablanda los más duros, amablemente las personas que menos esperamos nos desean lo mejor. Es el mes para reflexionar, cambiar lo de fuera y lo de dentro, recordar a los que ya no están y que queremos, y agradecer por los nuevos que tenemos. El final está a la vuelta de la esquina; un nuevo año, una nueva vida.