Habrá días que no me soportes, que odies mi mal humor y que aborrezcas mis celos, incluso habrá momentos que me odies. Pero recuerda que la niña que te exigirá tanto y que nunca estará conforme, te dará besos en cada esquina de la ciudad, y en cada farola, y en cada portal. Te dará mil abrazos de esos que da ella, esos que intenta apretar muy muy fuerte y solo consigue hacerte reír, siempre que lo necesites. Te regalará una sonrisa cada segundo del día y te hará más feliz de lo que nadie te hizo nunca. Te llegará tan adentro que ni tú podrás olvidarla.Te pedirá perdón por las veces que no se soporta ni ella, y odiará sus celos incontrolables que te hacen enfadar. Te dará besos por el cuelllo y te hará cosquillas hasta que no puedas respirar. Te volverá loco, sabrá como hacer que te enamores de sus defectos, de sus manías tontas y de sus detalles bonitos. No podrá dejar de mirar tus ojos cada mañana y disfrutará cuando te enfades hasta que la llenes de besos sin querer.
Durante la adolescencia abusamos de lo imposible, del nunca, del siempre, del fracaso, del éxito y de lo eterno. Y es que cuando somos jóvenes es cuando se vive intensamente. Cuando un día puedes contra todo y nada te parece imposible, y otro puede que dudes de hasta tu nombre. Es cuando crees que el siempre existe y el nunca también. Es cuando más errores cometes pero cuando más aprendes. Puede que nos pasemos de superficiales, pero al menos nosotros sabemos lo que es vivir, sabemos coger un momento y hacerlo inolvidable, sabemos vivir nuestra vida como si cada instante fuera el último pero al mismo tiempo fuéramos a vivir para siempre. Porque por mucho que digan, hacerse adulto solo sirve para aparentar, para hacernos más cobardes y para querer complicarlo todo.La vida es solo para ser feliz, que solo hay una que aun por encima se nos hace corta a todos. Que hay que vivir, disfrutar, cambiar lo que no nos gusta por lo que si sin reparar en apariencias, sin complicarse, sin temer al cambio. Porque dicen que de esta vida no nos llevamos nada cuando morimos, pero no quiero pasar mis últimos momentos arrepintiéndome de mis decisiones ni de como he vivido mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario