Durante la adolescencia abusamos de lo imposible, del nunca, del siempre, del fracaso, del éxito y de lo eterno. Y es que cuando somos jóvenes es cuando se vive intensamente. Cuando un día puedes contra todo y nada te parece imposible, y otro puede que dudes de hasta tu nombre. Es cuando crees que el siempre existe y el nunca también. Es cuando más errores cometes pero cuando más aprendes. Puede que nos pasemos de superficiales, pero al menos nosotros sabemos lo que es vivir, sabemos coger un momento y hacerlo inolvidable, sabemos vivir nuestra vida como si cada instante fuera el último pero al mismo tiempo fuéramos a vivir para siempre. Porque por mucho que digan, hacerse adulto solo sirve para aparentar, para hacernos más cobardes y para querer complicarlo todo.La vida es solo para ser feliz, que solo hay una que aun por encima se nos hace corta a todos. Que hay que vivir, disfrutar, cambiar lo que no nos gusta por lo que si sin reparar en apariencias, sin complicarse, sin temer al cambio. Porque dicen que de esta vida no nos llevamos nada cuando morimos, pero no quiero pasar mis últimos momentos arrepintiéndome de mis decisiones ni de como he vivido mi vida.

20 de septiembre de 2011

=)

 Ponerme el vestido más corto que exista, los tacones más altos de mi armario y los ojos más oscuros de la tierra. Ceñirme bien al cuerpo la indiferencia y pintar mis labios con auténtica zorrería.Salir, pero salir de verdad. Pillarme un buen pedo, bailar hasta que amanezca y ahí, plantear la lejana idea de volver a casa ya. Ponerme morada a chupitos y descalzarme al no poder más. Gritar en medio de la muchedumbre, esquivar las manos con vasos, bailar encima de aquella tarima y también de aquella otra, disfrutar del frenesí de la noche eterna y llevar a cabo mil y una locuras de las que al día siguiente piense: Ay mi madre que hice!.Desfasar totalmente.Llegar a tu lado con un contoneo enorme de caderas y sin mirarte ni lo más mínimo. Hoy mando yo y las normas no existen, susurro al pasar por tu lado. Y tú haciendo que no te importo, haces que no me has visto. Pero una sonrisa se dibujó en tu cara , tal vez pensabas que el vestido me sentaba estupendamente.Me mirabas cuando bailaba con aquel chico tan mono, cuando pedía otra, cuando se escuchaba mi carcajada hasta en la luna. 

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