Lo cierto es que hay cosas por las que debes sentirte verdaderamente privilegiada. Cosas simples como una mirada cómplice, un beso en la mejilla justo antes de que dispare el flash de la cámara para luego darte cuenta de que apareces con la sonrisa más natural que podrías haber sacado. Cosas tan significativas como ver que mientras te resbala una lágrima tu mejor amiga te da la mano rompe el llanto y te pide por favor que no llores, cosas como que mientras están de compras se acuerden de ti y te compren algún regalo, no por el hecho material, sino por el hecho de pensar que te gustaría. Cosas como ver que alguien trata de hacerte sonreír a toda costa, ver como alguien te dice que sin ti no hubiera sido posible...
¿Sigues sin sentirte una privilegiada?
Pues debes entender que lo que eres es una egoísta porque mientras tú te empeñas en pensar que eres invisible, que no le importas a nadie, alguien muere sólo por pensar que una lágrima recorre tus mejillas.
Te diré más eres tan privilegiada que el mundo guarda millones de alegrías, de amigos, de ilusiones, de éxitos... Cosas que sólo tú podrás disfrutar así que por favor DIBUJA EN TU CARA LA MEJOR DE TODAS TUS SONRISAS
Durante la adolescencia abusamos de lo imposible, del nunca, del siempre, del fracaso, del éxito y de lo eterno. Y es que cuando somos jóvenes es cuando se vive intensamente. Cuando un día puedes contra todo y nada te parece imposible, y otro puede que dudes de hasta tu nombre. Es cuando crees que el siempre existe y el nunca también. Es cuando más errores cometes pero cuando más aprendes. Puede que nos pasemos de superficiales, pero al menos nosotros sabemos lo que es vivir, sabemos coger un momento y hacerlo inolvidable, sabemos vivir nuestra vida como si cada instante fuera el último pero al mismo tiempo fuéramos a vivir para siempre. Porque por mucho que digan, hacerse adulto solo sirve para aparentar, para hacernos más cobardes y para querer complicarlo todo.La vida es solo para ser feliz, que solo hay una que aun por encima se nos hace corta a todos. Que hay que vivir, disfrutar, cambiar lo que no nos gusta por lo que si sin reparar en apariencias, sin complicarse, sin temer al cambio. Porque dicen que de esta vida no nos llevamos nada cuando morimos, pero no quiero pasar mis últimos momentos arrepintiéndome de mis decisiones ni de como he vivido mi vida.
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