Durante la adolescencia abusamos de lo imposible, del nunca, del siempre, del fracaso, del éxito y de lo eterno. Y es que cuando somos jóvenes es cuando se vive intensamente. Cuando un día puedes contra todo y nada te parece imposible, y otro puede que dudes de hasta tu nombre. Es cuando crees que el siempre existe y el nunca también. Es cuando más errores cometes pero cuando más aprendes. Puede que nos pasemos de superficiales, pero al menos nosotros sabemos lo que es vivir, sabemos coger un momento y hacerlo inolvidable, sabemos vivir nuestra vida como si cada instante fuera el último pero al mismo tiempo fuéramos a vivir para siempre. Porque por mucho que digan, hacerse adulto solo sirve para aparentar, para hacernos más cobardes y para querer complicarlo todo.La vida es solo para ser feliz, que solo hay una que aun por encima se nos hace corta a todos. Que hay que vivir, disfrutar, cambiar lo que no nos gusta por lo que si sin reparar en apariencias, sin complicarse, sin temer al cambio. Porque dicen que de esta vida no nos llevamos nada cuando morimos, pero no quiero pasar mis últimos momentos arrepintiéndome de mis decisiones ni de como he vivido mi vida.
8 de mayo de 2012
Quizá no tenga importancia,quizá no merezca la pena.
Empiezas a darle importancia a esas cosas aunque quizás ni siquiera la tengan. Pero siempre piensas en lo mismo,da igual,ya habrá tiempo,todavía es muy pronto... pero el tiempo corre,más deprisa de lo que pensamos y cuando te llegas a dar cuenta,ya no puedes hacer nada. A veces merece la pena,dar un gran paso,aunque te lleve todo con ello. No lo pienses,todo es un sueño,todo se esfuma antes de lo que crees y merece la pena cambiar las cosas....
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