Durante la adolescencia abusamos de lo imposible, del nunca, del siempre, del fracaso, del éxito y de lo eterno. Y es que cuando somos jóvenes es cuando se vive intensamente. Cuando un día puedes contra todo y nada te parece imposible, y otro puede que dudes de hasta tu nombre. Es cuando crees que el siempre existe y el nunca también. Es cuando más errores cometes pero cuando más aprendes. Puede que nos pasemos de superficiales, pero al menos nosotros sabemos lo que es vivir, sabemos coger un momento y hacerlo inolvidable, sabemos vivir nuestra vida como si cada instante fuera el último pero al mismo tiempo fuéramos a vivir para siempre. Porque por mucho que digan, hacerse adulto solo sirve para aparentar, para hacernos más cobardes y para querer complicarlo todo.La vida es solo para ser feliz, que solo hay una que aun por encima se nos hace corta a todos. Que hay que vivir, disfrutar, cambiar lo que no nos gusta por lo que si sin reparar en apariencias, sin complicarse, sin temer al cambio. Porque dicen que de esta vida no nos llevamos nada cuando morimos, pero no quiero pasar mis últimos momentos arrepintiéndome de mis decisiones ni de como he vivido mi vida.
22 de junio de 2011
Ella camina a paso firme, con la cabeza bien alta, con la mirada al frente.
Por dentro está destrozada,pero por fuera no va a permitir que eso se refleje por nada del mundo.Tiene los ánimos por los suelos, pero lo soluciona saliendo,con un par de tacones de 15centímetros. La vida le da la espalda, pero ella continúa. El día es gris, pero ella lleva gafas de sol. No le apetece nada, pero sonríe, el tiempo pasa deprisa, muy deprisa, pero ella aprovecha cada segundo como si fuera el último. Prefiere quedarse en casa, pero sale a comerse el mundo. Porque al fin y al cabo, si ella no lo hace... NADIE LO HARÁ POR ELLA (:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario